Centro Municipal de Formación Ocupacional.
19 de octubre de 2019
Sara Ramos Zamora
Profesora Titular de Universidad en el Departamento de Estudios Educativos de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Sus investigaciones se insertan en el ámbito de la Historia de la Educación, destacando la “memoria e historia de la educación”, “cultura escolar”, “patrimonio histórico-educativo” y “género y educación”.
Es miembro del Grupo de Investigación Consolidado de la UCM “Historia y Presente de la Cultura Escolar. Género e identidades” y también del Seminario Interdisciplinar “Género y Educación” de la Facultad de Educación de la UCM. Ha publicado en revistas científicas de la especialidad, ha colaborado en obras colectivas y ha escrito dos libros. Participó en el Documental “Las Maestras de la República", ganadora del Goya 2014 al mejor Documental.
Es Secretaria del Museo/Laboratorio de Historia de la Educación “Manuel Bartolomé Cossío” y actualmente es Secretaria-Tesorera de la Sociedad Española de Historia de la Educación.
En su magnífica exposición dejó muy claro la importancia que tuvo la educación para el gobierno de la Segunda República. Para regenerar el país, con una tasa de analfabetismo del 32%, era imprescindible acometer un ambicioso proyecto de reforma del sistema educativo. Así se hizo y fue un ejemplo claro de modernización pedagógica en todas sus esferas.
Describió el papel tan fundamental que desempeñaron los maestros y las maestras en la construcción del nuevo país, cómo se dignificó su profesión, incrementando su formación, dignificando su papel en la sociedad y mejorando sus sueldos. Tras el fin de la Guerra Civil, describió pormenorizadamente el proceso de depuración que sufrieron por el régimen franquista. En resumen, una magnífica ponencia.
Manuel Yuste Llandres
Profesor Emérito de Física en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
Profesor en la UNED durante 36 años, después de haber estado trabajando 10 años en la Universidad de París, donde se doctoró, un año en la de Universidad de Paderborn (Alemania) y 2 años en la Universidad Autónoma de Madrid.
Su currículum en el campo de la Física, tanto en investigación como en enseñanza y divulgación es muy amplio, debido a su dilatada vida profesional. Su presencia en esta jornada no es para explicar ninguno de los temas asombrosos de la Física, sino porque es hijo de maestros republicanos que trabajaron en las Milicias de la Cultura durante la Guerra Civil. Conoce de primera mano las depuraciones franquistas a los maestros que, con ilusión, se lanzaron a enseñar a leer, a escribir, a pensar, a los niños y niñas de nuestro país y que, cuando se produjo el golpe de estado, se pusieron con sus armas, los libros y los lápices, a defender la República.
En su ponencia hizo una descripción pormenorizada de la creación de las Misiones Pedagógicas, a las que asignaron el papel de difundir la cultura general, la moderna orientación docente y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares, por pequeños o lejos que estuvieran de las grandes ciudades. El Gobierno creó un Patronato, en el que nombró personas ilustres tanto del mundo de la cultura como de la ciencia. Para ello dotó de presupuesto para que se pudiera llevar a todos los rincones de España conferencias, audiciones musicales, lecturas de poemas, exposiciones de pintura, teatro y cine, pequeñas bibliotecas… Describió cómo era un día de las Misiones en un pueblecito de España, las actuaciones del Coro y del Teatro del pueblo, el guiñol, el Teatro de fantoches, las exposiciones del Museo del pueblo, con copias de cuadros del Museo del Prado, las bibliotecas… todo ello ilustrado con imágenes de la época.
Finalizó, haciendo un homenaje a sus padres, Manuel y Juana, contando sus ilusiones, su papel en la defensa de la República, sus depuraciones… Después de 70 años de acabada la guerra y ambos fallecidos, el nombre de Juana Llandres dio nombre a una escuela infantil en Sevilla la Nueva, el último destino de D.ª Juana. Una entrañable ponencia que hizo saltar las lágrimas a más de uno.
Tras la pausa para el café, la tercera ponencia: “Los maestros republicanos: 1936-1939 (compromiso político y represión al norte de Madrid)” corrió a cargo del historiador Roberto Fernández Suárez.
Roberto Fernández Suárez
Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Antropología por la UNED
Es la persona que más nos ha ayudado, orientado y animado a descubrir la historia real de nuestro pueblo, sin tapujos, sin miedo, para, a partir de ella, poder cerrar heridas y pasar página de verdad. Gracias a él sabemos los detalles de los consejos de guerra sumarísimos que sufrieron los 130 hombres y mujeres de Sanse. Gracias a él sabemos muchas cosas de nuestros abuelos, muchas de las cuales, por miedo, no salieron del ámbito familiar y, en algunos casos, ni siquiera se transmitieron a los descendientes.
Ha sido profesor-tutor y profesor asociado en el Departamento de Antropología Social y Cultural en la UNED. Ha publicado artículos en revistas especializadas, es autor de varios libros relacionados con la etnografía de la zona norte de la Comunidad de Madrid, ha realizado trabajo de campo en diversas comunidades rurales e instituciones públicas de la Comunidad de Madrid.
Pero quizá de lo que se siente más orgulloso es de haber sido coordinador y coautor del libro “La Sierra convulsa. Segunda República, Guerra Civil y Primer Franquismo al Norte de Madrid”, que va ya por su tercera edición.
En su charla presentó biografías de maestros y maestras que destacaron en su faceta política en defensa del gobierno republicano en guerra. Biografías que han sido recuperadas en gran parte de los consejos de guerra que les condenaron. Habló tanto de los maestros republicanos comprometidos con los ideales de la Segunda República, muchos de los cuales fueron fusilados, como de los que él llamó “moderados” así como de los que denomina “de la zona gris”. Abarcó los pueblos de Cercedilla, Colmenar Viejo, El Vellón, Fuencarral, Manzanares el Real, Moralzarzal, Navacerrada, Rascafría, Torrelaguna y Torrelodones. De muchos de ellos no ha sido posible ni siquiera conseguir una fotografía.
Después de estas tres ponencias, no cabe la menor duda de que nuestro país tiene una deuda tremenda con estos hombres y mujeres que dejaron lo mejor de su vida por querer mejorar la vida de la gente y para ello la educación era fundamental.
A continuación, Sergi Bernal, comisario de la exposición, presentó el documental “El Retratista”.
Sergi Bernal
Cartógrafo y fotógrafo. Reportero de las luchas de los movimientos sociales.
Reportero de las luchas de los movimientos sociales y populares de Barcelona, del drama de las familias desahuciadas, del exilio saharaui y de la dureza de la vida en el campo de refugiados argelinos de Dajla.
Ganó el Premio Visa Off de Perpiñán en 2009 con el proyecto La geografía humana del Gran Dragón, trabajo que mostraba la vida de los trabajadores rurales de la provincia de Guizhou, en China.
Ha sido una persona clave en el desarrollo del proyecto Desenterrando el silencio, en cuyo marco se han publicado los dos libros:
- “Desenterrando el silencio. Antoni Benaiges. El maestro que prometió el mar” Texto de Francesc Escribano, Francisco Ferrándiz y Queralt Solé. Fotografías de Sergi Bernal. Centre d’Estudies Històrics Internacionals, Pavelló de la República, Universitat de Barcelona (2013). ISBN: 978-84-9016-94-9.
- “El mar será…”, de Sebastián Gertrudix y Sergi Bernal. Editorial Gregal (2018). ISBN: 978-84-17082-81-9. y el documental, El retratista.
Ahora está trabajando en la confección de un cómic junto con el dibujante burgalés Javier Martínez Sancho.
En su charla presentó biografías de maestros y maestras que destacaron en su faceta política en defensa del gobierno republicano en guerra. Biografías que han sido recuperadas en gran parte de los consejos de guerra que les condenaron. Habló tanto de los maestros republicanos comprometidos con los ideales de la Segunda República, muchos de los cuales fueron fusilados, como de los que él llamó “moderados” así como de los que denomina “de la zona gris”. Abarcó los pueblos de Cercedilla, Colmenar Viejo, El Vellón, Fuencarral, Manzanares el Real, Moralzarzal, Navacerrada, Rascafría, Torrelaguna y Torrelodones. De muchos de ellos no ha sido posible ni siquiera conseguir una fotografía.
Sipnosis de “El Retratista”
Año escolar 1934-35. El Ministerio de Educación de la II República Española asigna el joven maestro catalán Antoni Benaiges a la escuela rural de Bañuelos de Bureba, una pequeña aldea de Burgos, que entonces contaba con un centenar de habitantes y que hoy cuenta con apenas una treintena.
Pocos meses después de llegar al pueblo, Antoni Benaiges consigue una imprenta para sus alumnos. Su idea, basada en el método del pedagogo francés Celestine Freinet, es que la escuela debe dar a los niños las herramientas para expresar sus conocimientos y habilidades más naturales, algo que a menudo la educación tradicional ignora y descarta.
El entusiasmo por el experimento es grande y durante el primer año en la Escuela de Bañuelos de Bureba Antoni publica los primeros cuadernos integralmente redactados e ilustrados por sus alumnos. Hablan de la vida cotidiana en un pueblo de los años 30, con las palabras y los dibujos de unos niños que con la imprenta aprenden a escribir. Uno de los cuadernos se publica con ocasión de la visita de un fotógrafo al pueblo. Se titula El Retratista.
Los cuadernos de Bañuelos circulan pronto entre las “Escuelas Freinet” de toda España y del extranjero, en Francia, México, Cuba. Las pequeñas publicaciones escolares sobreviven gracias a sus suscriptores: entre ellos se encuentran labradores del pueblo, otros maestros y hasta el Presidente de la Républica, Niceto Alcalá Zamora. Antoni Benaiges se convierte en una referencia en la innovación pedagógica en el país.
Al año siguiente la escuela publica un nuevo cuaderno: “El mar: Visión de unos niños que no lo han visto nunca”. Para aquel verano Antoni tiene en mente un proyecto ambicioso: quiere llevar a sus alumnos a Mont-roig del Camp (Tarragona), su pueblo natal, para ver el mar. Pero ya es julio del 1936, son los primeros días de la Guerra Civil, y la provincia de Burgos es de las primeras en caer en manos de Franco en el levantamiento en contra de la República.
Antoni Benaiges, activista de izquierdas, será pronto depurado de su cargo de maestro titular. Preso y torturado en Briviesca, terminará fusilado y enterrado clandestinamente en la fosa común de La Pedraja el mismo mes de julio de 1936. 76 años después, un fotógrafo catalán vuelve al pueblo. Su blanco y negro capta los vestigios de la escuela, los rostros de viejos alumnos, el papel arrugado de las pocas copias que sobreviven de aquellos cuadernos. A pocos kilómetros, un equipo de forenses trabaja para la exhumación de la fosa común de La Pedraja.
El camino del fotógrafo, el “retratista” setenta años después, se convierte así en el hilo de la memoria, desde la fosa hasta la voz de los antiguos alumnos de Bañuelos que todavía sobreviven, y hasta los niños de una perdida escuela al otro lado del mar, en San Andrés de Tutxla (Veracruz, México), donde la memoria del maestro de Bañuelos, fusilado y olvidado en una fosa común, misteriosamente sobrevive 75 años después.