El “miércoles” 29 de junio tuvo lugar en el Centro Municipal de Formación Ocupacional Marcelino Camacho un jueves de la Memoria dedicado a una historia muy desconocida, la cárcel de los curas.
El golpe de estado de julio de 1936 que, al fracasar derivó en la terrible contienda española de tres años, aunque fue protagonizado por unos militares traidores a sus juramentos de fidelidad a la República Española, fue también apoyado con entusiasmo por fuerzas sociales como los terratenientes, los grandes financieros, la jerarquía católica, las fuerzas monárquicas, etc., porque todos ellos veían en la República Española un enemigo que al modernizar España les iba a arrebatar los privilegios que ostentaron durante siglos.
La declaración de la laicidad del estado, la enseñanza laica universal, el reconocimiento del derecho al divorcio en igualad para mujeres y hombres… eran avances sociales que la jerarquía católica y gran parte del clero no podían tolerar, de aquí vino su apoyo al bando golpista.
El bando golpista aprovechó este apoyo para legitimar sus actos de barbarie como una defensa de la religión en una España en la que el sentimiento religioso estaba muy extendido. No podemos olvidar su lema: “¡Caídos por Dios y por España, presentes!”, ni que a la guerra se le denominó “Cruzada”.
Es cierto que en los primeros meses de la contienda hubo asesinatos de religiosos en unos momentos en los que el gobierno de la República no tenía el control de muchas zonas, ya que muchos miembros de los carabineros y de la Guardia Civil fueron favorables al golpe de estado, lo que fue aprovechado por los golpistas para reforzar su propaganda.
Sin embargo, no es tan conocido el hecho de que hubo sacerdotes que, por mantener la lealtad al estado constitucional, fueron fusilados por las fuerzas franquistas. Y ya establecido el régimen franquista, cuando un religioso mantenía posiciones críticas con los acontecimientos, también era juzgado y condenado.
Entre 1968 y 1976, 53 sacerdotes estuvieron presos en la única cárcel para curas del mundo, creada bajo el Concordato entre Franco y el Vaticano, la Cárcel Concordatoria de Zamora. En ella cumplieron condenas los 53 religiosos que fueron detenidos, juzgados y condenados por apoyar la justicia social. Tuvimos la suerte de contar en el acto con la presencia de Mariano Gamo, Xabier Amuriza y Juan Mari Arregi, protagonistas del documental “La cárcel de los curas”, producido por Maluta Films en 2021, en el que relatan sus vivencias durante sus años de reclusión: el túnel que hicieron para escapar, las huelgas de hambre, el motín… y la gran solidaridad entre ellos. Esta historia, como otras muchas, si se desconoce pasa a ser una historia olvidada.
Tras los 85 minutos de duración, intervinieron los tres ponentes y posteriormente hubo un caluroso debate en el que participaron muchas personas que habían conocido directamente al “cura Gamo” durante los años de lucha contra el franquismo. Sin lugar a dudas un impactante y cariñoso coloquio que duró hasta que el centro cerró sus puertas.
En el programa Hoy por Hoy Madrid Norte de la Cadena Ser hicieron una entrevista a Ritxi Lizartza, uno de los directores del documental.