El jueves 23 de noviembre se presentó en el Centro Municipal de Formación Ocupacional de Sanse la historia del movimiento llevado a cabo por personas y colectivos para conseguir que en el espacio donde estuvo la cárcel de Carabanchel se cree un Centro de Memoria, ya que por ahí pasaron la mayoría de los presos antifranquistas durante la dictadura.
La presentación del acto corrió a cargo de Luis Pérez Lara como presidente de nuestra Asociación y de la de Expresos y Represaliados Antifranquistas, y como preso que estuvo un año en la cárcel de Carabanchel, condenado por el Tribunal de Orden Público a 13 años y un día de prisión mayor. Recordó que durante los 55 años que estuvo la cárcel funcionando (1944-1998) ha sido un símbolo de la represión franquista, por donde pasaban los presos que iban a ser juzgados o fusilados.
Los ponentes fueron dos miembros de la Plataforma por un Centro de Memoria “Cárcel de Carabanchel”: el arquitecto urbanista Luis Suárez-Carreño Lueje y la historiadora y arqueóloga Alicia Torija López.
Luis Suárez-Carreño, madrileño de nacimiento, ha trabajado en España, Latinoamérica y Palestina. Ha sido detenido y procesado en dos ocasiones en los años 70 por su militancia antifranquista, pasó casi 3 años en la cárcel de Carabanchel. Se ha querellado por torturas en tribunales de Argentina y España. Es autor de diversas publicaciones sobre urbanismo, cooperación internacional al desarrollo y políticas de memoria. Es miembro de la Asociación la Comuna de presxs y represaliadxs de la dictadura franquista y activista de Ecologistas en Acción.
El inicio de sus palabras fueron de recuerdo hacia un activista de la Plataforma que esta misma semana nos han dejado, Manuel Ruiz, conocido por su lucha en defensa de la memoria de su hermano, Arturo Ruiz, vilmente asesinado en una manifestación proamnistía en Madrid en enero de 1977 por un policía.
A continuación expuso lo que él llama “Historia de un Memoricidio”. Describió el diseño de la cárcel construida al estilo de los penales americanos, el lugar donde se construyó: entre los dos Carabancheles y el barrio de Campamento, en los terrenos que hoy se conocen como Aluche. Curiosamente está alineada con Cuelgamuros. Contó algunas anécdotas como, por ejemplo, que se celebró una corrida de toros en el interior de la cárcel para lavar la cara del franquismo, pero también habló de algunos motines pidiendo amnistía y libertad, huelgas de hambre, plantes...
La cárcel se comenzó a construir en 1940 utilizando como mano de obra a los presos republicanos, que durante su construcción estuvieron pernoctando en el Colegio de Sta. Rita, situado a 1 km de la cárcel. Comenzó a funcionar 4 años más tarde sin estar concluida. Contaba con 17 Ha, era la más grande de España. En su interior había también un hospital penitenciario y un reformatorio. Es todo un símbolo para los luchadores antifranquistas. Fue cerrada en 1998 y demolida la madrugada del 24 al 25 de octubre de 2008. Presentó imágenes desoladoras tras el abandono.
Ahora se abre una ventana de esperanza para hacer este Centro de Memoria, trabajando conjuntamente la Secretaría de Estado de Memoria Democrática e Instituciones Penitenciarias. El movimiento memorialista no quiere dejar pasar esta oportunidad y ofrece toda la experiencia acumulada tras años de reclamaciones, gestiones, concentraciones, múltiples acciones…
Finalizó comparando la Cárcel de Carabanchel con la ESMA argentina. Hoy existe la posibilidad de su destrucción por mandato del nuevo presidente de Argentina, Javier Milei.
A continuación, tomó la palabra Alicia Torija, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, ha desarrollado parte de su trabajo como activista del patrimonio cultural y sus procesos de identidad. Desde hace veinte años está involucrada en la investigación y pedagogías sobre Memoria Democrática. En la actualidad es diputada en la Asamblea de Madrid.
Alicia dio las gracias a la Asociación por haber dedicado este último jueves de la Memoria del año a la cárcel, y recordó que este año se cumplen 15 años de su derribo. Puntualizó la importancia de conocer la Verdad y para ello no hay más camino que investigar en los Archivos. Con esta idea se solicitó una subvención a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática en la convocatoria de 2020, para realizarse en 2021, para averiguar qué documentación existe sobre la cárcel y escribir una primera historia de la misma, que sirva de punto de partida para más trabajos de investigación, tesis doctorales,… La subvención fue solicitada por La Comuna, asociación miembro de la Plataforma, al no tener ésta una entidad administrativa para hacerlo. Se sacó un concurso público y durante 6 meses el historiador y arqueólogo, Luis Antonio Ruiz Casero, estuvo investigando en los archivos. Pudo comprobar que tras la demolición y el abandono, gran parte de los archivos de la cárcel han desaparecido. Se presentó la memoria correspondiente y se procedió a solicitar otra subvención en la convocatoria siguiente, que fue denegada. Su opinión es que un tema importante a decidir es quién escribe la Historia de la cárcel, si la Plataforma o Instituciones Penitenciarias. Sin embargo, en 2022 se volvió a pedir una subvención y en esa ocasión sí la concedieron y el citado investigador ha presentado en octubre de 2023 los resultados de la investigación, que desde la Plataforma se pretende que se publiquen en formato libro. Constaría de 6 capítulos:
- Poder absoluto, de 1919 a 1944.
- Disciplina y caridad, de 1944 a 1953.
- Una cárcel moderna, de 1953 a 1968.
- La excepción es la norma, de 1968 a 1978.
- La prisión democrática, de 1978 a 1998.
- Ruina, olvido y memoria, de 1998 a 2008.
Recordó que sólo queda en pie la puerta de entrada al Hospital y el Centro de Internamiento de extranjería (CIE), siendo su cierre una reivindicación permanente de la Plataforma. En este lugar es donde a la Plataforma le gustaría que se ubicara el Centro de Memoria. Por último, hizo referencia al Art. 49 de la Ley de Memoria Democrática, que contempla la creación de lugares de Memoria, y que desgraciadamente, al depender de las Comunidades Autónomas donde se ubican dichos lugares, no se ha logrado declarar ninguno como lugar de Memoria.
Acabó diciendo que “la Memoria no es sólo de los que la han vivido sino que nos pertenece a toda la sociedad”.
Tras estas magníficas exposiciones, se inició el espectáculo poético-musical “del barro a lo invisible”, idea original y dirección de Violeta Pérez, y espacio sonoro por Tere Haro.
A pesar de que el Centro no reunía condiciones de sonido e iluminación adecuadas, tanto Luis Pérez Lara, aportando infraestructuras del Centro Cultural Blas de Otero, como Francisco Javier Terrones aportando sus propios medios, hicieron posible que el espectáculo funcionara adecuadamente. Nuestro agradecimiento a ambos y muy especialmente a Violeta y a Tere que se amoldaron sobre la marcha a las condiciones que logramos ponerles.
“Del barro a lo invisible” es un canto a la libertad, externa y también interna, represión de fuera, pero también de las cárceles internas. A través de estos dos poetas, tan aparentemente distintos, se encuentra un punto de unión entre la lucha social y la espiritualidad, un encuentro entre el cuerpo y el alma. Sirve para lanzar preguntas acerca de lo invisible y lo visible. Los dos poetas van descubriendo que no son tan distintos, que en ambos están las mismas intenciones e inquietudes, e incluso estando uno muerto y otro vivo, eso tampoco les separa. Sus textos nos ayudan a ver la magia de la grandeza del alma humana que todo lo abarca. El amor es el hilo conductor de toda la obra.
Violeta y Tere adaptaron esta obra para los jueves de la Memoria. Como suele ser habitual en sus representaciones, las lágrimas asoman en más de uno de los asistentes. Les estamos muy agradecidos porque podemos contar siempre con ellas y el éxito está garantizado.
Algunas imágenes de la representación
Esta actividad salió anunciada en la revista municipal La Plaza de la Constitución (nº 550, de noviembre de 2023, pág. 4). Y como es habitual, la Asociación graba la totalidad del acto para que los interesados puedan verlo: