El 22 de febrero de 2023 a las 19:00 h tuvo lugar en la Biblioteca Municipal Central “Marcos Ana” la presentación del libro “La factura de la democracia. De la guerra civil y la represión de la dictadura al franquismo sociológico actual en Andalucía”, cuyo autor es Juan Luis Valenzuela Simón.
Andrés Villena Oliver, disculpó su asistencia por motivos laborales y envió una grabación que se pasó a los asistentes, que llenaron la sala al completo.
A continuación, fue Carmen Carreras Béjar, secretaria de la ACVSSR, quien tras dar la bienvenida a los asistentes, hizo una presentación del autor:
Juan Luis Valenzuela Simón nació en Puig, Valencia, pero se siente andaluz, la tierra que le acogió desde muy niño. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Granada.
Ha sido primer teniente alcalde y portavoz en el Ayuntamiento de Cabra y diputado provincial de Cultura en Córdoba. También ha sido director de diferentes medios impresos y digitales y coordinador de distintas televisiones en la provincia de Málaga.
Desde 2005 escribe en ElPlural.com, del que fue director de la edición para Andalucía. Está especializado en Memoria Histórica Democrática y es analista político.
En la actualidad, trabaja en la comunicación institucional en nuestro Ayuntamiento.
A continuación hizo una descripción de la estructura y contenidos del libro, para animar a los asistentes a leerlo, dejando al autor que profundizara en los temas que considerase más importantes.
El libro está dividido en 7 apartados:
El primero está dedicado a Héroes y Tumbas. A esas personas que por abrazar las ideas democráticas fueron represaliadas con la cárcel, los trabajos forzados, el fusilamiento o el exilio.
Comienza con Dióscoro Galindo, el maestro republicano de la Institución Libre de Enseñanza que fue fusilado con Federico García Lorca y que, como él, todavía yace en una cuneta entre Víznar y Alfacar.
Juan Luis se pregunta sobre cómo fueron las últimas horas de Federico y de Antonio Machado, sobre la terrible muerte de Miguel Hernández, por qué su legado está en Quesada, Jaen, el pueblo de su compañera Josefina Manresa, y no en su Orihuela natal, por qué el Guernica de Picasso está pintado en blanco y negro…
Destacan figuras como: el cónsul de México, Porfirio Smerdou, recordado como el “Schindler de la Guerra Civil”, que acogió en su casa a cerca de 600 perseguidos; el médico canadiense Norman Bethune, que se desplazó con su unidad de transfusión de sangre para socorrer a la población civil que huía de Málaga a Almería por la “Carretera de la Muerte”; el artista malagueño Miguel de Molina, represaliado por Franco por “rojo y maricón”, incluso en su exilio en Argentina; el poeta Pedro Garfías, andaluz de adopción, que murió en el exilio mexicano, desgraciadamente a causa del alcohol (Víctor Manuel popularizó su poema “Asturias”, cuya grabación estuvo prohibida hasta la muerte de Franco); la filósofa malagueña María Zambrano, que se tuvo que exiliar y no regresó a España hasta 1984, había recibido el Premio Príncipe de Asturias y el Cervantes; el periodista sevillano Chaves Nogales, también exiliado en Francia e Inglaterra; la pintora surrealista Remedios Varo, exiliada en México, donde se admira su obra en el Museo de Arte Moderno mientras aquí ha sido desconocida hasta hace muy poco; y Juan Romero, cordobés, superviviente español de los campos de concentración nazis, que murió en 2021 con 101 años.
Finaliza el apartado con el mítico discurso del actor sevillano Juan Diego en Rivas Vaciamadrid en 2004 ante los 741 defensores de la II República que habían llegado de todos los rincones de España y del Extranjero.
El segundo apartado está dedicado a la brutal represión franquista en Andalucía, uno de los lugares más castigados por el franquismo. Comienza con Antonino Sanz, maestro cordobés, fusilado con sólo 26 años (proporciona el blog que le rinde homenaje).
Destaca después la figura del “Carnicero de Sevilla”, el principal responsable de la masacre del pueblo andaluz, que ha estado enterrado en la Basílica de la Macarena hasta noviembre del año pasado. El apartado contiene una relación de las barbaridades que Queipo de Llano mandó ejecutar.
Es interesante destacar la “factura” emitida por las autoridades franquistas por el traslado de 924 cuerpos de malagueños al mausoleo del Valle de Cuelgamuros (90 cajones para 900 republicanos y 24 cajas individuales para los franquistas), o las fosas comunes bajo el agua de los pantanos, la versión española de los “vuelos de la muerte”.
Tras la mención al escritor gaditano José M.ª Pemán, responsable de la depuración de maestros y maestras de la zona, hace una especial mención al granadino Cipriano Martos, al que hicieron ingerir ácido sulfúrico que le abrasó el tubo digestivo. Lo llamaban “el cóctel de la verdad”. Lo asesinaron en septiembre de 1973.
El tercer apartado está dedicado a la represión sobre las mujeres. Por todos son conocidas las sanguinarias soflamas de Queipo de Llano para asesinar y violar a las mujeres. A todas aquellas que habían participado en los frentes, en la lucha clandestina, en la guerrilla… las pasaron por las armas, al resto las depuraron, fueron excluidas socialmente y estigmatizadas por “rojas”. Había que anular todas las conquistas conseguidas durante la República y meterlas de nuevo en la vida privada como esposas y madres, sumisas.
Tras hacer un repaso de las mayores masacres a mujeres en Andalucía, como las rosas de Guillena o de Zufre, finaliza haciendo referencia a las recomendaciones elaboradas por la Sección Femenina de Falange Española, impregnadas del catolicismo imperante, que ponen en evidencia el concepto que de la mujer tenía el Régimen.
El cuarto apartado está dedicado a la Desbandá, la mayor masacre de civiles de la guerra de España. Un éxodo masivo de familias enteras que huían de la cruel represión de los franquistas en Málaga. Más de 100.000 personas que fueron atacadas por tierra, mar y aire y de las que murieron más de 5.000. Destaca la figura del farero de Torre del Mar, Anselmo Vilar, que apagó el faro para que no pudieran los barcos ver desde el mar dónde estaba la gente. Fue fusilado.
El quinto apartado está reservado a la Iglesia. Si bien es conocido su papel durante la aplicación de la represión franquista, no está de más recordar e informar del papel actual que desde algunos púlpitos siguen jugando algunos obispos y párrocos. Su total oposición a leyes que regulan el derecho al aborto, la homosexualidad… y su adjudicación de culpa a las mujeres que sufren violencia de género, financiando libros como el de Constanza Miriano, “Cásate y sé sumisa”, desde el Arzobispado de Granada.
El sexto apartado recoge los testimonios de las entrevistas realizadas por el autor a lo largo de los últimos años. Son muy ilustrativas: El hispanista Ian Gibson sobre Lorca; Carmen Pacheco, una mujer que vivió la Desbandá con 12 años y no habló de ello en 80 años; el abogado sevillano Joaquín Urías, denunciando las ideas derechistas de muchos jueces; los descendientes de Rafael Molina Mantas, alcalde de Huétor-Tájar, que murió en extrañas circunstancias en la cárcel de Yeserías; la cantautora Lucía Sócam, que va homenajeando por el mundo a los represaliados del franquismo y en especial a las 17 rosas de Guillena, entre las que se encuentra su tía abuela; los descendientes de los 34 marineros asesinados por los nazis que se encuentran en un submarino hundido muy cerca de la costa de Málaga y localizados por el abogado malagueño Antonio Checa Gómez de la Cruz; y Cristóbal Villalobos, quien explica la utilización del fútbol por Mussolini, Hitler y Franco.
Acaba el libro con el franquismo sociológico actual en Andalucía, que es un análisis político del autor.
Acabó dando las gracias al autor por este libro, deseando que sirva de verdad para poner a víctimas y verdugos en el lugar que les corresponde, y que su dedicatoria se cumpla: “Que podamos cerrar para siempre las heridas y pasearnos a cuerpo, abriendo las amplias alamedas de la libertad y la convivencia”.
A continuación tomó la palabra Luis Pérez Lara, presidente de la ACVSSR, quien destacó la importancia que tienen libros como éste para sacar a la luz los relatos de las víctimas, que han sido totalmente ocultados, ignorados o tergiversados por los vencedores de ayer y sus descendientes ideológicos de hoy.
Finalmente fue el autor, Juan Luis Valenzuela Simón, quien tomó la palabra y tras agradecer a la Comisión de la Verdad la organización del acto y calificarla de “ejemplar y referencia” en la Comunidad de Madrid, celebró la presencia de Benita Navacerrada y de Esther Mateo, como símbolo de las familias víctimas del franquismo, y de Luis Pérez Lara como represaliado de la dictadura.
Recordó que estábamos en la Biblioteca Marcos Ana, quien dijo que pasar los libros sin leer sus páginas no sirve de nada si no se leen. También recordó a Marcelino Camacho: “Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar”.
Expresó el orgullo por la tipología de los asistentes, pues representan el Sanse real y la España real, la de la concordia, la tolerancia y el respeto, es decir, GENTE DE BIEN.
Definió el libro como un viaje por unas etapas de la historia más negra de España. Un periplo, a veces terrible y atroz en buena parte de sus trayectos, desde 1936 hasta octubre de 2022. Un viaje con una estación de partida que fue el golpe de Estado, la guerra y la dictadura, y una estación Términi en la madrugada del 3 octubre de 2022 coincidiendo con la exhumación del general franquista Gonzalo Queipo de Llano de la Basílica sevillana de la Macarena.
En ese tránsito, hay otros apeaderos que nos relatan cómo fue y cómo influyen en algunos comportamientos sociales y políticos, la herencia del franquismo en su vertiente de franquismo sociológico, en qué medida nos amenaza la posverdad y el intento de crear relatos inexistentes para falsear la historia, que alcanzan su culmen en determinadas actitudes políticas, pero también personales, injustificables en una democracia occidental del siglo XXI.
¿Por qué escribió este libro? El libro se ha presentado en Toulouse, Málaga, Cabra, Torremolinos, Rincón, Rivas y en breve, en Córdoba, para terminar en Sevilla.
Esencialmente, han sido varios los motivos que le llevaron a esta aventura maravillosa y, a la par, osada, arriesgada y desafiante, de escribir y posteriormente publicar un libro y someterme al escrutinio público de la comunidad lectora.
En primer lugar, nace de la comprobación de que tras años de redactar columnas, realizar análisis, noticias y relatos sobre la crueldad de la dictadura franquista, de entrevistar y publicar historias de los contactos con familiares de víctimas, hablar con ellos y ellas, de su experiencia en alguna exhumación de fosas comunes, de leer mucho y documentarse profundamente sobre estos hechos, después de todo ello, se da cuenta de que disponía de un amplio fondo documental propio que debería, modestamente, ser difundido para dar a conocer estos funestos hechos en forma de 380 páginas y aportar su grano de arena. Como dijo Rizard Kapuscinski, “hacer periodismo es contar historias que interesen a la gente”.
En segundo lugar, por intentar combatir con las armas de la democracia, como son la palabra, el debate, la escritura… el negacionismo, la posverdad, el intento de reescribir la historia que sufrimos desde hace años y que, en su grado máximo, justifica lo que fue un golpe de estado como un “Glorioso Alzamiento Nacional”, lo que fue una contienda criminal y cruel en una necesidad para la pacificación de España -para algunos, ahora aún, una “pelea entre abuelos” o que la Guerra Civil fue “un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían ley sin democracia” y, lo que fue una feroz, represora y larga dictadura, en un periodo plácido de la historia calificados como los “40 años de Paz”.
Decidió plasmar en casi 400 páginas la existencia de un franquismo sociológico, además de otro franquismo militante que, parafraseando a Eduardo Galeano y también a Umberto Eco o a Steven Forti, viste de Armani y no usa ropa militar ni camisa azul. Pensó que era el momento más necesario y oportuno para denunciar que algunos hábitos y actitudes del franquismo continúan en determinados sectores tras el advenimiento de la democracia.
El negacionismo y la creación de relatos falsos amenazan la historia real. Se ve actualmente en comportamientos y en interesadas formas de analizar nuestra reciente historia. Se relativiza la guerra civil, se igualan los bandos, se abusa del que “fue una guerra entre hermanos”, se presenta a los “rojos” y republicanos como enemigos letales de la Iglesia. Y en el culmen de la maldad, se tiende a asociar perversamente decisiones políticas actuales fruto de la acción legítima de gobierno, como un acercamiento a aquel escenario cainita. Alguna formación política ultra, sectores de la jerarquía de la Iglesia Católica, representantes públicos en la oposición, algunos poderosos centros educativos privados, miembros de poderes fácticos, opinadores y tertulianos de la nada pero sí del catastrofismo, más el concurso coral de muchos medios de comunicación, tienen mucho que ver en este comportamiento.
Esto, que lleva denunciando años sin ser catastrofista, llega a un momento en el que le agita ver esa marejada convertida en tsunami que cambia y falsifica el relato real de la historia, que fomenta el negacionismo, las fake news, la posverdad, en definitiva, la mentira interesada y “de parte”. Este libro es su modesta contribución a esa lucha contra la nueva forma de totalitarismo con rostro amable y elegante que, con mensajes perversos, como agua fina, calan.
Se considera objetivo escribiendo y narrando hechos reales, pero no neutral. Cree que no debemos, por higiene democrática, permanecer pusilánimes ni equidistantes ante este peligroso fenómeno.
Y por último, escribió el libro, y otro que está en preparación de ámbito nacional, porque decide actuar ante las amenazas entonces y, ahora, realidades políticas palmarias, de la llegada de la extrema derecha española y también mundial, a las instituciones. Ejemplos son de ello el asalto al Capitolio de EEUU, el intento de golpe en Brasil de los bolsonaristas, Le Pen, Meloni, Polonia o Hungría y los 52 diputados de Vox, un Vicepresidente xenófobo en Castilla y León y un larguísimo etcétera.
Tras describir cada capítulo, finalizó con estas palabras: “Aunque hay quien no lo crea así, este es un libro para el encuentro y el cierre de heridas. Anhelo una España de encuentros y abrazos entre distintos, de risas y sonrisas, de respeto y tolerancia entre dispares. Una España donde, ya superada esa negra etapa, haya un consenso general en que episodios como los que se narran en el libro, no vuelvan a repetirse. Una España en la que, más pronto que tarde, esta tierra que cubre a miles de “desaparecidos”, ya no necesite ser removida porque tampoco existirán ni lápidas sin nombre ni tumbas sin flores”.
El salón de actos estuvo al completo, como fue destacado por Canal Norte tv digital:
El acto finalizó a punto de cerrar las puertas de la Biblioteca, por el cuantioso número de personas que adquirieron el libro y solicitaron la firma de su autor.