El día 5 de diciembre de 2019 se inauguró la extraordinaria exposición 1939, Exilio republicano español con asistencia de algunos de sus protagonistas como, por ejemplo, Francisco Martínez López, hermano de nuestro convecino y socio Antonio. La muestra, patrocinada por el Ministerio de Justicia con motivo del 80º aniversario del fin de la Guerra Civil e inicio del exilio republicano español, se celebró en la sala La Arquería, de los Nuevos Ministerios y, debido a su gran éxito hubo de ser prorrogada hasta finales del mes de febrero.
La exposición es un homenaje de Estado a los cerca de medio millón de republicanos españoles que en 1939 cruzaron la frontera con Francia como consecuencia de la persecución a la que fueron sometidos por sus ideales y su defensa de los valores democráticos. Pretende, también, acercar a la ciudadanía la relevancia del exilio y ayudar a que se conozca su legado y contribución al progreso de los países que les acogieron. Por otra parte, es un agradecimiento a los distintos pueblos que dieron a los exiliados una nueva patria, lejos de España.
Como dice el tríptico de la exposición, su propósito era evocar, en clave coral: “la multiforme historia de la España peregrina; la permanencia contra viento y marea de los distintos gobiernos en el exilio y de los distintos partidos (Izquierda Republicana, PCE, POUM, PSOE) y sindicatos (CNT, UGT); sus fundamentales contribuciones a la realidad de los países de acogida, por ejemplo a la vida universitaria de México, Argentina, Puerto Rico o los Estados Unidos; …sus editoriales, sus librerías; sus galerías; sus muestras artísticas; sus escuelas; sus hospitales…
La primera evocación que sacude nuestra conciencia es la de ver las fotografías de esas columnas de hombres, mujeres y niños caminando hacia tierras desconocidas, con un futuro incierto y con la tristeza de la derrota en su mirada. Por la frontera francesa salió alrededor de medio millón de exiliados en los primeros meses del año 1939. Muchos de ellos lucharon contra el nazismo y contribuyeron a la liberación de París. Más de cinco mil quinientos murieron en los campos de exterminio de los nazis.
La segunda evocación que impresiona es la de contemplar la enorme cantidad de intelectuales que partieron al exilio. Poetas de la generación del 27, cineastas, pintores, escultores y científicos de la denominada Edad de Plata de la ciencia española. La flor y nata de la cultura de la época. Fueron acogidos con entusiasmo en tierras europeas y americanas y contribuyeron al desarrollo cultural y científico de muchos países hermanos. Es emocionante ver la fotografía de un pequeño grabado de María Teresa Toral, Doctora en Química, exiliada en México y que en sus años maduros aprovechó sus conocimientos científicos y su vena artística para realizar grabados que se encuentran repartidos por los mejores museos del mundo.
Una gran exposición, en definitiva, que cuenta con fotografías de muy buenos fotógrafos (Gerda Taro, Robert Capa, Agustí Centelles, Germaine Chaumel, Francesc Boix, Enrique Tapia, Hermanos Mayo…) y que, a pesar de la tristeza que conlleva la evocación de aquellas vidas errantes, soñando siempre con volver al país que las había expulsado, provoca una honda satisfacción emocional.
El catálogo general (ISBN: 978-84-7787-501-7) está muy bien, consta de unas 700 páginas y es más completo que la propia exposición. Se puede descargar en formato pdf.También se puede adquirir por 35 € en la librería virtual del Ministerio de Justicia.