Los trabajos de exhumación de las fosas del cementerio parroquial de Colmenar Viejo han llegado a su fin. Los 108 fusilados han estado ocultos bajo la tierra del cementerio en dos zonas, una conocida como cementerio “civil” y la otra, como “el paseo”.
El año pasado, durante los 10 días que duró la primera campaña, se encontraron 12 esqueletos con signos de muerte violenta, producida por armas de fuego, con tiro de gracia. Estos restos fueron trasladados a la Unidad de Antropología Física de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid para proceder a su estudio antropológico.
Este año, la segunda campaña se ha desarrollado en dos fases. Se retomó la parte pendiente de la fosa “civil”. En ella no se encontraron nuevos hallazgos de interés y se procedió a su relleno. A continuación, se procedió a excavar “el paseo”, fosa de 46 m de longitud y 1,5 m de ancha, por lo que has sido muy dificultosas las tareas de extracción.
En esta fosa se ha documentado la presencia de 66 enterramientos pertenecientes a las víctimas buscadas.
De estos primeros trabajos Alberto Pascual nos hizo el siguiente vídeo:
Teniendo en cuenta que están documentados 18 enterramientos de fusilados que fueron recogidos por sus familiares y enterrados en sepulturas familiares, quedan por lo tanto 90 desaparecidos. El balance es muy positivo (12 + 66 = 78, de los 90 buscados). Los 12 que faltan podrían estar en las mismas fosas pero debajo de otras sepulturas, por lo que no se ha tenido acceso a ellos.
Ahora el trabajo pasa a los laboratorios: la Unidad de Antropología Física de la Universidad Complutense de Madrid (estudio antropológico) y el Laboratorio BIOMICs de la Universidad del País Vasco (estudio genético).
De esta última parte de los trabajos realizados también Alberto Pascual nos ha preparado un vídeo que puede visualizarse a continuación:
Este intenso trabajo llevado a cabo por muchas personas, antropólogos, arqueólogos, médicos forenses y muchos voluntarios, todo ello organizado por la antropóloga forense Almudena García-Rubio de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, tiene fundamentalmente un carácter humanitario, para que heridas que llevan mucho tiempo abiertas puedan definitivamente cerrarse. Es el caso de los descendientes de primera generación, hijos e hijas, que perdieron a sus padres siendo muy pequeños, como Benita Navacerrada López, Carmen Sanz Perdiguero, Lorenzo Jusdado Cancela, Carmen Fernández Cabrero, Cándida Rodrigo de la Sen, Avelina Martín del Valle, Enriqueta Prieto González, Francisca de la Fuente Manuel, Florencio Elipe López,… algunos de los cuales durante este tiempo nos han dejado, sin saber si hemos localizado o no a sus padres. Por todos ellos, nos descansaremos hasta conseguir localizarlos, identificarlos y entregárselos a sus familias.
Es muy importante tomar una muestra de saliva a los familiares descendientes para obtener su ADN, imprescindible para la posible identificación de los restos exhumados. Las muestras se envían al Laboratorio BIOMICs. El ADN obtenido se utilizará única y exclusivamente para la identificación de los restos exhumados.
Por ello, si algún lector es o conoce a familiares descendientes de víctimas fusiladas en Colmenar Viejo, rogamos que se pongan en contacto con la Asociación a través de nuestro correo electrónico (memoriahistoricasanse@gmail.com). Cualquier ayuda para localizar familiares de las víctimas será bienvenida.