Este VII Homenaje a los 107 hombres y una mujer que fueron fusilados en las tapias del cementerio de Colmenar Viejo en 1939 se celebra de una forma muy especial al no podernos reunir como lo hemos venido haciendo en los 6 homenajes anteriores.
El homenaje se hubiera celebrado el domingo 7 de junio a las 11:00 h, pero ante la imposibilidad de hacerlo presencialmente, a propuesta del Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, entidad organizadora de estos homenajes, con el apoyo de partidos, sindicatos y asociaciones de los nueve pueblos que tienen vecinos fusilados, se ha hecho una grabación con sólo 10 personas, guardando las medidas de seguridad adecuadas, para que tanto familiares como vecinos y vecinas de estos nueve pueblos (Colmenar Viejo, San Sebastián de los Reyes, Fuencarral, Hortaleza, Moralzarzal, Chozas de la Sierra (hoy Soto del Real), Manzanares el Real, Miraflores de la Sierra y El Molar) puedan seguir recordando y homenajeando a estas 108 víctimas del franquismo, socialistas, comunistas, anarquistas… cuyo delito fue apoyar y defender el legítimo gobierno de la Segunda República.
Se procedió a una ofrenda floral, en la que nuestra Asociación colaboró con un centro de flores, dos jóvenes músicos, Marcos de la Vara y Andrés Ramírez, tocaron los tres himnos habituales: El himno de Riego, A las barricadas y La Internacional. Después hubo cuatro cortas intervenciones: Roberto Fernández Suárez (coautor del libro “La sierra convulsa. Segunda República, guerra civil y primer franquismo al norte de Madrid”), Esther Mateo Cabrero (en representación de los descendientes de los fusilados), Julián Rebollo (representante de la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo) y Miguel Muga Muñoz (representante del Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid).
La grabación estará disponible a partir del domingo 14 de junio en el canal de Youtube del Foro por la Memoria de Madrid.
Si fuese posible, nos veremos en otoño, si no, lucharemos para que la nueva Ley de Memoria Histórica permita proceder a las exhumaciones, asumiendo el Estado la responsabilidad de las mismas, independientemente de que, como en nuestro caso, las fosas se encuentren en territorio de propiedad eclesiástica. Cuando esto sea posible, y sean entregados los restos de todos los fusilados a sus familiares, podremos de verdad cerrar las heridas que tan criminalmente abrió el franquismo en la sociedad española.