Gracias a dos vecinos, Esther y Pedro, que lograron guardar durante casi 10 años una exposición que literalmente iba a tirarse a los contenedores de la basura, hoy podemos disfrutar de esta exposición que pretendemos recorra muchos municipios y que el sábado 24 de octubre, a las 12:00 h, se inaugurará en la Sala de exposiciones del Ayuntamiento de Buitrago de Lozoya.
Los 35 paneles que componen la exposición «Arte Salvado» muestran unos acontecimientos de gran importancia en la historia del siglo XX de España, que por motivos ideológicos habían sido silenciados. Los hechos son: El Gobierno de la República había decidido a principios de noviembre de 1936 trasladar las obras artísticas más importantes desde Madrid a Valencia, para que estuvieran bajo su custodia. El día 10 de noviembre salía la primera expedición desde el Museo del Prado. En sucesivos envíos, con un total de veinticinco expediciones a lo largo de toda la guerra, fueron saliendo las obras esenciales de los principales museos e instituciones patrimoniales, así como de iglesias y colecciones particulares. Los incesantes bombardeos franquistas sobre Madrid, especialmente el que sufrió el Museo del Prado el 16 de noviembre de 1936, potenciaron y aceleraron la evacuación. Una vez pasados los primeros momentos de desorganización, ya bajo el control de la Junta Central del Tesoro Artístico republicana, la evacuación de Madrid a Valencia estuvo marcada por el cuidadoso embalaje y el transporte en camiones especialmente acondicionados que hacían su trayecto a 15 km/h.
Se iniciaba así el proceso de evacuación de las obras de arte, que más tarde las llevaría a Barcelona, en una huida permanente del frente de guerra y siguiendo los pasos del ejecutivo, para finalmente ir a parar a tres depósitos situados en el norte de Cataluña, en el castillo de Peralada, en el de Sant Ferrán de Figueras y en la mina de talco de La Vajol.
A principios de 1939 se creó un Comité Internacional por iniciativa del pintor Josep María Sert, compuesto por personalidades que dirigían en sus respectivos países los patronatos o los museos adherentes. Los dos delegados del Comité Internacional, Jacques Jaujard (Louvre) y Neil MacLaren (National Gallery), viajaron hasta el norte de Cataluña y entraron en contacto con el entonces Presidente de Gobierno, Juan Negrín, y con el Ministro de Estado, Julio Álvarez del Vayo. El Gobierno de la República quiso dejar claros dos puntos fundamentales: que las obras no fueran embargadas al trasladarlas al extranjero y garantizar su vuelta a España una vez acabada la guerra.
Finalmente, el 3 de febrero de 1939, el Gobierno de la República firmó en Figueras un acuerdo con el Comité Internacional que permitía la salida a Francia de las obras de arte evacuadas desde Madrid hasta el norte de Cataluña (conocido como el Acuerdo de Figueras). El traslado empezó aquella misma noche y finalizó el día 9, con la interrupción de los días 6 y 7 debido al bombardeo franquista. La operación estuvo dirigida por los responsables de la Junta Central del Tesoro Artístico con la colaboración de los miembros del Comité Internacional.
Las condiciones no podían ser más adversas debido a la saturación de las carreteras por el éxodo de republicanos y el gran número de camiones y material de guerra transportado en esos días, que se sumaba al cierre de fronteras a los combatientes, el frío intenso y el corte de las comunicaciones telefónicas. Pero el problema más grave lo constituyó el bombardeo de la aviación franquista y de sus aliados alemanes e italianos sobre las carreteras, sembrando el pánico y poniendo en peligro el patrimonio artístico.
A pesar de las terribles condiciones apuntadas, los setenta y un camiones que albergaban las joyas del patrimonio español consiguieron pasar la frontera. El 12 de febrero un tren especial, cuidadosamente custodiado por gendarmes franceses, partió de Perpiñán y llegó a Ginebra al anochecer del día siguiente. La aduana suiza pudo registrar, antes de su depósito en el Palacio de las Naciones, el total del cargamento: 1.868 cajas y un peso de 139.890 kilogramos.
Estas obras, después de inventariadas y expuesta una selección en Ginebra, volvieron definitivamente a Madrid en septiembre de 1939. La constitución del Comité Internacional, compuesto por los principales museos de los países democráticos, se erigía así en un precedente esencial del concepto de patrimonio de la humanidad. Al intervenir para poner a salvo el patrimonio artístico de un país en guerra, sus miembros consideraban que no estaban actuando sobre algo ajeno sino sobre algo propio, partiendo de la convicción de que el patrimonio tiene un valor universal.
Para conmemorar estos hechos se hicieron dos exposiciones denominadas “Arte protegido” (Museo del Prado, 2003) y “Arte salvado” (Museo del Prado, 2010) respectivamente. El objetivo de ambas era recuperar y difundir una de las historias más apasionantes de la guerra civil: la protección y la evacuación del patrimonio artístico realizadas por el Gobierno de la República, así como la intervención del Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles, para evitar su destrucción y garantizar su conservación.
La segunda exposición, pensada para estar expuesta en la calle, se montó con motivo del 70º aniversario del salvamento del patrimonio artístico español y de la intervención internacional. Fue organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales. Se expuso en primer lugar en el Museo del Prado en 2010 y recorrió algunas ciudades españolas, siguiendo la ruta que hizo el gobierno de la República y las obras de arte evacuadas, y finalizó al año siguiente en el Museo del Arte y de la Historia de Ginebra (8 de abril-29 de mayo de 2011).
Su comisario científico fue Arturo Colorado Castellary, profesor emérito en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
Es la versión para Ginebra de esta segunda exposición, Arte salvado, con los textos en inglés y en francés, la que podemos visitar en Buitrago desde el sábado 24 de octubre hasta el domingo 22 de noviembre. (La traducción al castellano ha sido hecha por nuestra Asociación.)
La exposición «Arte Salvado» contiene una novedad: una cruz procesional de la iglesia de Buitrago, de gran valor, fue entregada por el alcalde republicano, Víctor Rodrigo, a la Junta de Protección del Tesoro Artístico, situada en el Convento de las Descalzas Reales de Madrid. La entrega se hizo el 17 de septiembre de 1936, y, según informaciones de su familia, fue el resguardo de la entrega, un simple papel, el que le libró de la pena de muerte a la que estaba condenado. La cruz regresó a Buitrago el 20 de mayo de 1942.
Os recomendamos que dediquéis también un tiempo a ver el Museo Picasso de Buitrago, que contiene la colección de objetos cedidos por Eugenio Arias, barbero de Picasso, a su pueblo natal. Es una colección fraguada a través de su larga amistad como exiliados españoles. La entrada es gratuita y el horario de visitas es:
– De martes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00 h.
– Sábados de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 h.
– Domingos y festivos de 10:00 a 14:00 h.
Esperamos que encontréis un hueco dentro de esta situación sanitaria compleja para que, con todas las precauciones, os acerquéis a Buitrago y disfrutéis de la exposición «Arte salvado» y del Museo Picasso.