Nació en 1917 en San Sebastián de los Reyes, era hijo de Andrés y Manuela. En 1939 estaba soltero, trabajaba como albañil y estaba afiliado a UGT y a las JSU. (Hay constancia de tres hombres con los mismos apellidos: Rufino, Miguel y José. Miguel y José son hermanos, hijos ambos de Andrés y Manuela, pero en el caso de Rufino, la ficha policial a la que se ha tenido acceso cita como padres a Blas José y Remedios.)

Cuando se produjo el golpe militar, participó en la vigilancia armada del pueblo. Se fue voluntario al frente de Somosierra.

Está encausado en el Sumario 23390, Caja 3115, del Archivo General e Histórico de Defensa.

Se le acusa de ser firmante de la carta de Paredes de Buitrago (él dice que si aparece su firma fue sin su consentimiento), que costó la vida del carnicero del pueblo. Esta famosa carta fue la responsable del fusilamiento de la mayoría de sus firmantes.

Se le acusa también sin pruebas de haber participado en las detenciones masivas de personas de derechas del pueblo y en la destrucción de la iglesia.

El tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a muerte el 5 de junio de 1939, pena que le fue conmutada por la inferior de 30 años de reclusión el 5 de octubre siguiente. Fue trasladado a la cárcel de Porlier (Madrid) para ser enviado al Fuerte de San Cristóbal de Pamplona (Navarra), en el que ingresó el día 20 de ese mismo mes y donde falleció el 24 de octubre de 1941 de tuberculosis pulmonar. Está enterrado en el cementerio de Loza, uno de los doce concejos que constituían en esa época la Céndea de Ansoáin (Navarra).

Información complementaria:

El nombre de Miguel Cabrero Rivero, junto al de los 25 fusilados en Colmenar Viejo, el de los 7 fusilados en el cementerio del Este de Madrid y el de los más de 100 vecinos y vecinas de San Sebastián de los Reyes que sufrieron consejos de guerra sumarísimos, puede leerse en el mural que se instaló en el Centro Municipal de Formación Ocupacional “Marcelino Camacho” el 14 de abril de 2018.