Nació en 1916 en San Sebastián de los Reyes, era hijo de Genaro y Melitona. Tanto su padre como sus tíos, Ciriaco y Manuel, sufrieron consejos de guerra y fueron duramente castigados por su apoyo al gobierno republicano.

En 1939 estaba soltero, trabajaba de albañil y estaba afiliado a la UGT y a las JSU.

Cuando tuvo lugar el golpe de estado del 18 de julio de 1936, Cipriano realizó guardias armadas y participó en los arrestos domiciliarios a las órdenes del Comité revolucionario que se creó en el municipio.

Se fue voluntario al frente de Somosierra. Fue comisario político de su compañía. Es uno de los firmantes de la carta de Paredes de Buitrago. Está encausado en el Sumario 38476, Legajo 2064, del Archivo General e Histórico de Defensa.

En su favor declaró el encargado de las obras del nuevo Hospicio de Valdelatas, en el que trabajaba como albañil, indicando que Cipriano era un buen trabajador.

El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 28 de julio de 1939, le sentencia a la pena de muerte. Fue fusilado el 29 de noviembre de 1939 en las eras de Navalaosa, junto al cementerio de Colmenar Viejo, con sólo 23 años.

Su tío Manuel fue también fusilado el 22 de octubre de 1939. A su padre Genaro le conmutaron la pena de muerte por la inferior en grado y murió en la cárcel. Su otro tío, Ciriaco, fue condenado a 12 años y en 1943 le redujeron la condena a 6 años de reclusión menor. Una familia muy castigada.

Incluimos algunos documentos (hoja disciplinaria, expediente procesal y hoja de conducción a su fusilamiento) como ejemplo de los documentos comunes en todos los juicios sumarísimos que se celebraron tras la victoria franquista.

Información complementaria:

El nombre de Cipriano Mateo Hernández está, junto con el del resto fusilados en Colmenar Viejo, entre los que se encuentra su tío Manuel, y el de los 7 fusilados en el cementerio del Este de Madrid, y el de los más de 100 vecinos y vecinas de San Sebastián de los Reyes que sufrieron consejos de guerra sumarísimos, en el mural que se instaló en el Centro Municipal de Formación Ocupacional “Marcelino Camacho” el 14 de abril de 2018.

Por ser uno de los 108 fusilados de nueve pueblos de la zona norte de Madrid en las tapias del cementerio de Colmenar Viejo, su nombre puede leerse en el mural que allí se instaló el 10 de junio de 2018, para que su nombre no se borre de la Historia.