Nacido en 1911, era natural de Valdearenas (Guadalajara) y vecino de San Sebastián de los Reyes, hijo de Teodoro Viejo y Marcelina Esteban. Estaba casado, trabajaba como panadero y estaba afiliado a la UGT local y también a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) de la localidad.

Cuando se produjo el golpe de estado, Honorio tenía 25 años. Como tantos otros jóvenes vecinos de la localidad, desde el 29 de octubre de 1936 se fue voluntario como miliciano al frente de Somosierra, llegando a ser sargento, alférez y teniente de la 26ª Brigada Mixta del Ejército republicano.

Está encausado en los Sumarios 34842 (Caja 639/14) y 67295 (Caja 860/7), del Archivo General e Histórico de Defensa.

Se le acusa de ser uno de los jefes y responsables locales de las JSU, de ser responsable de los arrestos domiciliarios a gentes de derechas locales, así como de ser uno de los firmantes de la carta de Paredes de Buitrago, que costó la vida del carnicero del pueblo, Manuel Jiménez. Esta famosa carta fue la responsable del fusilamiento de la mayoría de sus firmantes.

Una vez acabada la guerra, con 28 años, es detenido por las autoridades franquistas y, como tantos otros vecinos de la localidad, enviado a prisión.

Es condenado en consejo de guerra por el Tribunal Militar de Madrid el 12 de marzo de 1942 a 30 años de cárcel, siendo trasladado a la cárcel de Santiago de Compostela. Allí recibe el 13 de marzo de 1943 la comunicación de la conmutación de su pena a 12 años de cárcel.

En 1961 solicitó el indulto definitivo, es decir que se le "limpiara" de todos los cargos que le llevaron a la cárcel, más de 20 años después de haber finalizado la guerra y habiendo cumplido completamente su condena. Las autoridades franquistas se lo denegaron como a casi todos los republicanos que lo solicitaban.

Información complementaria:

El nombre de Honorio Viejo Esteban, junto al de los 25 fusilados en Colmenar Viejo, el de los 7 fusilados en el cementerio del Este de Madrid y el de los más de 100 vecinos y vecinas de San Sebastián de los Reyes que sufrieron consejos de guerra sumarísimos, puede leerse en el mural que se instaló en el Centro Municipal de Formación Ocupacional “Marcelino Camacho” el 14 de abril de 2018.