Nació en 1905 en San Sebastián de los Reyes, era hijo de Apolonio y Sinforosa (o Sinforiana). En 1939 estaba soltero, trabajaba como jornalero y estaba afiliado a la UGT (y, según Falange, también al Partido Comunista de España).
A partir del 18 de julio de 1936 hizo guardias armadas de vigilancia, hasta que se fue voluntario al frente de Somosierra.
Estuvo encausado en dos consejos de guerra:
• Sumario 25480, Caja 2668/8, y
• Sumario 325, Legajo 4931,
del Archivo General e Histórico de Defensa.
Se le acusa de haberse opuesto a las celebraciones de las procesiones de la Semana Santa de 1936, de haber participado en los arrestos domiciliarios de personas de derecha del pueblo en agosto del mismo año, de haberse beneficiado de los bienes y productos obtenidos de las fincas incautadas y de ser uno de los firmantes de la carta de Paredes de Buitrago. Esta famosa carta puede verse en “Carta desde el frente de guerra”. Fue la responsable del fusilamiento de la mayoría de sus firmantes.
En el primer sumario, el tribunal le declara en rebeldía con orden de búsqueda porque no le encuentran en ninguna de las cárceles de Madrid. En la cárcel de las Comendadoras (Convento de las Comendadoras de Santiago el Mayor en Madrid) se halla un tal José Elvira López, pero no se trata de él. Sigue la búsqueda hasta que le encuentran.
El tribunal militar de Colmenar Viejo, el 10 de noviembre de 1939, le condena a la pena de muerte. El 30 de mayo de 1939, el auditor de guerra se da por enterado y fue fusilado en las tapias del cementerio del Este de Madrid el 8 de junio de 1940.
Información complementaria:
El nombre de Juan Elvira López está, junto con el del resto de fusilados en el cementerio del Este de Madrid (7 en total), el de los 25 fusilados en Colmenar Viejo, y el de los más de 100 vecinos y vecinas de San Sebastián de los Reyes que sufrieron consejos de guerra sumarísimos, en el mural que se instaló en el Centro Municipal de Formación Ocupacional “Marcelino Camacho” el 14 de abril de 2018.
Esperamos que pronto pueda leerse su nombre en el memorial a las casi 3.000 víctimas fusiladas en las tapias del cementerio del Este de Madrid, que el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha ordenado destruir.