Nació en 1908 en San Sebastián de los Reyes, hijo de Antonio y Natividad. Fueron 4 hermanos, Apolonia (1903), Leoncio (1905), él y Reyes (1910). Los cuatro fueron defensores del gobierno republicano y fueron duramente castigados.
Estaba casado con Milagros Esteban Iglesias, era jornalero, pertenecía a una cuadrilla de segadores. Estaba afiliado a la UGT, se fue voluntario al frente del agua y fue jefe de grupo de milicias.
Su familia ha conservado los carnets de afiliación de Cipriano a la UGT, al ramo de la edificación de Madrid y al de oficios varios de San Sebastián de Madrid. Ambos están expuestos en una de las vitrinas en el Rincón de la Memoria del Museo Etnográfico El Caserón.
El 15 de julio de 1937, estando en Puentes Viejas (frente del agua), envió una tarjeta de felicitación a su hijo Cipriano por su cumpleaños: “Querido hijo, deseo la guerra acabar para contemplarte como a las flores. Lo mismo papá que mamá.”
Se le acusó (sin pruebas) de arrestar a personas de derechas y de beneficiarse de las incautaciones hechas por otros familiares que, según los denunciantes, le dispensaron trato de favor. Tres vecinos de derechas del pueblo firmaron un aval para que le concediesen la libertad condicional estando en la cárcel de Colmenar Viejo, y otra vecina declaró que ella vio cuando se realizaron los arrestos y que en ellos no estaba Cipriano. A pesar de ello, el tribunal militar de Colmenar Viejo el 7 de diciembre de 1939 le condenó a muerte.
Los datos completos sobre su juicio (denuncias, acusaciones, declaraciones… y sentencia) pueden consultarse en el Archivo General e Histórico de Defensa (AHD), en el Sumario: 55295, Legajo: 6047.
El 10 de agosto de 1940 el auditor de guerra le conmuta la pena por la inferior en grado, 30 años de reclusión mayor. El 4 de enero de 1944 se le conmutó la pena a 20 años y 1 día de reclusión mayor. Estuvo trabajando en la reconstrucción de Belchite (Zaragoza) redimiendo pena. El 5 de agosto de 1944 se le concedió la libertad condicional y fijó su residencia en San Sebastián de los Reyes.
Su hija Milagros nació en 1945, después de salir Cipriano de la cárcel. La familia lo pasó muy mal porque Cipriano no tenía trabajo ni medios para dar de comer a su familia. Como ejemplo, baste citar que le pusieron una multa de 10 a 25 Ptas. por recoger bellotas en la Dehesa Boyal para poder llevarse algo de comida a la boca.
Calló en una gran depresión y viendo que tanto sufrimiento no había valido para nada (un hermano muerto en el frente, otro fusilado, su hermana en la cárcel y desterrada y él sin poder sobrevivir después de todo lo pasado), decidió poner fin a su vida. Está enterrado en el cementerio de San Sebastián de los Reyes.
A Milagros y a su hijo Adolfo debemos muchos de los documentos de Cipriano, que se encuentran en el Archivo Municipal, y las fotografías de vecinos y vecinas de San Sebastián de los Reyes en el frente del agua. Gracias a los dos por compartirlo.
Fotografías de Cipriano en Paredes de Buitrago. En la fotografía central superior, con su esposa Milagros. En las otras, con otros vecinos del pueblo. Él lleva boina en todas. En la fotografía de la derecha es el que tiene camisa blanca y el puño de su mano izquierda levantado.
El nombre de Cipriano Pereira Rivero, junto al de los 25 fusilados en Colmenar Viejo y el de los 7 en Madrid y el de los más de 100 vecinos y vecinas de San Sebastián de los Reyes que sufrieron consejos de guerra sumarísimos, puede leerse en el mural que se instaló en el Centro Municipal de Formación Ocupacional “Marcelino Camacho” el 14 de abril de 2018.
Los cuatro hermanos Pereira, Apolonia, Leoncio, Cipriano y Reyes, forman parte del callejero de San Sebastián de los Reyes. En la urbanización Rosa Luxemburgo de este municipio hay una calle que se denomina Hermanos Pereira, dedicada a los cuatro.